Es extraño ya no contar las horas para volver a verte.
Es extraño no esperar llamadas en la madrugada.
Es extraño no levantarse con la esperanza de hablar contigo.
Es extraño no sentir esa corriente de electricidad al oír tu nombre.
Es extraño no extrañarte en las noches tormentosas.
Es extraño no pensar en ti a cada segundo.
Es extraño como todo cambia, de la noche a la mañana, siendo completamente diferente, como tu mente olvida y repone, como ya no significa nada lo que un día significó todo.
Es extraño ya no amarte.